El ingeniero agrónomo Eduardo Cerdá brindó una capacitación sobre este tipo de actividad que aspira a atenuar, con otras metodologías, las consecuencias que genera la utilización de agroquímicos en establecimientos rurales.
MIRAMAR (Corresponsal).- Tratando de combatir los daños que genera la utilización de fertilizantes y otros productos tóxicos en el medioambiente y la salud de las personas, se desarrolló en el Instituto Superior de Formación Técnica 194 de Miramar una capacitación sobre experiencias agroecológicas sobre cultivos extensivos.
Estuvo a cargo de la interesante disertación, el ingeniero agrónomo Eduardo Cerdá, vicepresidente del Centro de Graduados de la Facultad de Agronomía de La Plata e integrante de la Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la Agro ecología (Renama).
Previo al encuentro, el profesional indicó ante LA CAPITAL, “que se elaboró un convenio con el municipio de General Alvarado para ir avanzando en este tema e interiorizar a dirigentes de las entidades rurales y los propios productores sobre el tema”.
La mencionada red está conformada actualmente por varias comunas bonaerenses, una de Entre Ríos y además este mes se firmarán nuevos acuerdos con localidades de Santa Fe.
“Estamos dando charlas para visualizar y difundir que se puede producir sin agroquímicos y obtener muy buenos resultados. Hace 25 años que asesoro campos que no están utilizando este tipo de productos y sus producciones dejan rendimientos similares o incluso superiores que los de la zona donde sí continúan con las prácticas tradicionales (glifosato) que generan enormes riesgos a los trabajadores y el resto de población”, afirmó el profesional.
A pesar de los efectos contaminantes que generan herbicidas e insecticidas, aun en el país este tipo de metodologías continúan implementándose de manera invasiva. “Te diría que se utiliza mucha cantidad en Latinoamérica porque es una forma de ver la agricultura. Hace muchos años cuando se empezó con ciertas prácticas no se creía que las malezas e insectos iban a traer tantos problemas y el mismo planteo o sistema de producción dice que esta metodología muy sintética y artificial llevó a que constantemente haya que poner insumos para sostener los rendimientos”, aclaró Cerdá, quien cursara sus estudios secundarios en la escuela “Bernardo Yraizoz” de Miramar.
“Eso jugó en contra de los productores porque muchos de los denominados ‘chicos’, vieron que los costos se elevaron demasiado y eso llevó prácticamente a observar que el cultivo que más se defendió fue la soja. Esto a su vez provocó que prácticamente en todo el país avanzara ese monocultivo”, agregó.
Zonas y rendimiento
Para suplantar el uso de agroquímicos en la producción se realiza un trabajo sobre todo de recuperar la fertilidad del suelo, después los cultivos se siembran asociados y también existe una mirada distinta de los asesores con respecto a las fechas de siembra y densidades.
“En este momento estamos interviniendo aproximadamente 30 campos que suman unas 20 mil hectáreas en Benito Juárez, Guaminí, 30 de Agosto, Bolívar, Rauch, Ayacucho, Las Flores, Roque Pérez, Tres Arroyos, Gualeguaychú y próximamente empezaremos en Santa Fe”, aseguró Cerdá.
“Tomamos dentro de nuestro estudio, cultivos de gruesa, fina o destinados a ganadería y la ecuación rendimiento – costos es mejor a la que los productores tenían antes”, concluyó.